De casualidad me he encontrado esta exposición en el MuVIM de Valencia, hasta el 11 de noviembre una planta dedicada a los amuletos.
Amuletos, talismanes y objetos de devoción en la colección de María Victoria Liceras.
Desde tiempo inmemorial las personas han sentido la necesidad de protegerse de aquellos elementos que les rodean, visibles o invisibles, capaces de producir daños físicos o psíquicos, para lo que se han servido de objetos en los que en ocasiones dicen no creer pero que adquieren, poseen, usan, ocultan o exhiben a la vista de los demás.
Se considera AMULETO aquel objeto al que se atribuye poder preservativo, virtudes protectoras contra sortilegios, enfermedades, accidentes y otros males; cualquier objeto portátil al que se le asigna virtud sobrenatural para alejar algún daño o peligro.
La exposición la componen cerca de 400 objetos de la colección de María Victoria Liceras, objetos profanos y religiosos con una destacada presencia de los que provienen del territorio valenciano.
Los amuletos forman parte de lo que, por su acción preventiva o profiláctica, conocemos como medicina popular.
Todas estas propiedades lo distinguen de otro término que es TALISMÁN. Los talismanes poseen un carácter activo, ofensivo y su objetivo es conseguir un fin determinado y preciso. Son objetos a los que se atribuyen virtudes portentosas.
Amuletos y talismanes, la religiosidad popular, elaboradas joyas o simples elementos naturales, no entienden de diferencias geográficas o culturales. Dentro de nuestra Península o en lugares distantes, de modo voluntario o involuntario, enraizados en las diversas culturas, surgen ciertos sentimientos difíciles de explicar y casi imposibles de eliminar